Bogotá, agosto 2024.

En agosto, los niños del grupo de 4 a 7 años del Centro Social Unidad participaron en actividades diseñadas para fomentar su crecimiento emocional, espiritual y creativo.
En el mes, se compartió la "Palabra de Vida", mediante un ejercicio de reflexión que inició con la visualización de un video, cuyo mensaje central fue "¡Qué hermoso es estar con Jesús!". Posteriormente los niños tuvieron un momento de silencio para interiorizar, seguido de un diálogo en círculo donde compartieron sus impresiones. La actividad culminó con una manualidad en la que cada niño coloreó y recortó una flor, en cuyos pétalos pegaron imágenes y textos relacionados con la frase del mes. Estos trabajos fueron luego colocados en un mural común, simbolizando la unión y el aprendizaje colectivo.
"Mi autobiografía", fue otras de las actividades realizadas en agosto, con el fin de invitar a los beneficiarios a reflexionar sobre sus gustos e intereses. Cada niño redactó una breve autobiografía, que luego compartió con sus compañeros, destacando la importancia de la escucha y el respeto por las historias de los demás. Las autobiografías se plasmaron en una cartelera, creando un colorido mosaico de experiencias personales que reflejaban la diversidad del grupo.
Y como la creatividad es fundamental para los chicos, mediante el tema: "Cadena de la escucha", pudieron entre todos crear un cuento. En este ejercicio, cada niño contribuyó con una parte de la historia, construyendo colectivamente un relato que fue tanto de todos como de cada uno. Esta actividad reforzó la importancia de la escucha y el trabajo en equipo.
El mes de agosto fue un período de crecimiento para los niños del Centro Social Unidad, donde cada actividad les permitió explorar y expresar sus sentimientos, fortalecer su espiritualidad y aprender el valor de la colaboración y la empatía. Estas experiencias no solo contribuyeron a su desarrollo individual, sino que también fortalecieron los lazos dentro del grupo, creando un ambiente de apoyo mutuo y respeto.
Cada sonrisa, cada logro y cada paso que estos niños dan en su camino hacia un futuro mejor es posible gracias al apoyo y compromiso de personas como tú. El Centro Social Unidad necesita de corazones generosos que deseen apadrinar a estos pequeños, contribuir con donaciones económicas o simplemente sumarse a esta misión de amor y esperanza. Juntos, podemos seguir construyendo un espacio donde cada niño tenga la oportunidad de crecer, aprender y soñar. Te invitamos a ser parte de este cambio transformador y a dejar una huella imborrable en la vida de quienes más lo necesitan.